El Diedro Peluche es una de esas vías de las que hay poca información, que de lo poco que tienes, lo puedes identificar claramente en la pared, y que si preguntas a la gente, nadie la ha escalado.
Uno de sus aperturistas, Alfonso Cerdán, la reescaló hace 3 o 4 años, pero no tenemos muchas más referencias de repeticiones.
Con todo esto, arrancamos con el proyecto de reacondicionarla. El primer paso es siempre llegar a la parte de arriba, en este caso llegamos a través de la vía Manolo Jaén, eso nos permitió instalar una reunión para la vía y limpiar desde arriba un montón de bloques. La segunda tarea es decidir si poner algún anclaje o no (sobre todo para proteger alguna zona de bloques), y tercera, ver si toda la vía vale la pena.
En esta vía, la tercera es la que más nos costó, ya que el L1 de la vía original está muy suelta y con vegetación, así que decidimos abrir un primer largo nuevo.
Este nuevo largo va por la derecha del original, con dos seguros, donde se puede poner un buen empotrador mediano justo a mitad de camino entre los dos. Pero he de confesar que es un poco expo.
El segundo largo, es un diedro IMPRESIONANTE, que se deja equipar muy bien con un juego de Totems y unos empotradores, con fisuras espectaculares pero con algún bloque (aún). Probablemente lo más complejo de este largo es la salida a la reunión. Este largo tiene dos diedros de entrada, el situado más a la derecha de la reunión está un poco sucio pero se puede escalar.
La vía ha quedado limpia, con las reuniones protegidas y algún seguro en los largos para asegurar alguna zona delicada.
Magnífica obra de Alfonso Cerdán y Carlos G. Gallego en el año 83.

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