sábado, 29 de marzo de 2008

No hay más accidentes por que Dios no quiere



Algo increible, el pasado sábado en la zona de escalada de Toix (estaba en la compañía de Carrie y Paul) me encontré con este dantesco espectáculo. Un escalador septuagenario con su mujer, otra señora y la nieta, prepara una "polea" para su nieta: pasa la cuerda directamente por la chapa, para asegurarla y luego bajarla.

¿Cuanto quiere este hombre a su nieta? Poco, por lo que se ve. Le indico en alemán que eso es incorrecto y él se ríe, me entiende perfectamente, él, la mujer y la otra señora, pero muy lejos de rectificar vuelve a montar otra "polea" para su nieta, igual que la anterior.

Luego dicen que pasan accidentes. Aprender lo que NO hay que hacer.

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