Ya hace una semana que la hicimos, pero no me ha dado mucho tiempo en reportarlo.
Me escribió Silas (si, es el nombre del albino del Código Da Vinci, pero él no lo es y además es súper simpático) queriendo hacer alguna actividad para motivar a sus hijas (creo que lo hacía más por él que por las niñas, jaja).
Como ya estaban escalando algo de DWS, le propongo hacer la ferrata del Ponoch, pero claro, imaginarse a tres ingleses a pleno sol de la pared del Ponoch, pues eso, gambas. Silas se lo imagina y la pregunta fue: ¿Nohará mucho calor por la mañana en la ferrata? Respuesta: Si, pero la podemos hacer por la tarde, a partir de las 14:00 da la sombra en toda la pared. Dicho y hecho.
Le hago las correspondientes preguntas y toma de datos, él escala VS/HVS en roca y entre 6a/b en rocódromo, y a las niñas los parques de aventura, han escalado un poco y rapelado. Por cierto, tienen 13 y 14 años.
Llegamos a pie de pared, se saben poner los arnesas y el cabo de ferrata, manejan muy bien los mosquetones y tienen unos movimiento súper elegantes. La de 13 va detrás de mí, luego la de 14 y al final, Silas. Las encuerdo al principio, pero luego me doy cuenta que van mejor que muchos otros clientes que he tenido y les propongo dejar la cuerda. No podéis imaginar la cara de alegría de las niñas. Van de miedo.
Al final, en 1 hora hemos hecho la ferrata y en un rato más estamos en la base de los rápeles. Total coche-coche 3h y media, y ellas mega orgullosas de haber hecho la ferrata.
Una imagen vale más que mil palabras.