Hacía ya tiempo que el estado del barranco era bastante pésimo, seco y con el tiempo sin llover, pero hace tres semanas pegó una buena llovida que hizo que el barranco volviese a tener agua en todo su recorrido.
Lo hemos aprovechado, con Heike, Antonia (10) y Fina (7), lo hemos bajado con super risas. esto demuestra que a los niños hay que dejarlos que hagan cosas solos, si vienen con padres protectores suele ser un desastre, pero si vienen con ganas, ahora veréis.